lunes, 1 de octubre de 2012

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Pleno mes de marzo y el Sol parecía escupir su fuego sobre Almería con sus 38º casi imposibles de soportar al mediodía. La humedad ambiental de la zona tampoco ayudaba demasiado y Jóse, en lugar de irse a la playa o al instituto, se encontraba sentado en soledad, esperando el autobús en la parada. Aquel chico moreno de complexión delgada, pero atlética, tenía la mirada perdida hacia el frente. Parecía observar los vehículos que afluenciaban el tráfico de la Avenida del Mediterráneo. Quizás miraba a esa madre que paseaba dirigiendo con la mano derecha un cochecito de bebé y con la izquierda a un niño de unos tres o cuatro años que no dejaba de llorar.

Cualquiera de esas suposiciones era errónea. Su mente de diecisiete años la ocupaba una desazón y tristeza desoladora, al haber recibido la llamada a horas intempestivas para el. Cuando el teléfono suena tan temprano en una casa, el corazón comienza a palpitar a mil pulsaciones porque no suelen traer buenas noticias. En este caso fue cierto y vaya si le derrumbó aquella voz que le decía que su mejor amigo, Andrés, había tenido un accidente de tráfico junto a su novia Carmen. Maldijo después la hora en que se levantó de la cama para atender el teléfono. Podía haber esperado a que alguno de sus padres lo hubiera hecho antes, pero eso ya no lo podía cambiar.

La voz de la hermana de Andrés le contó, entre sollozos, que su hermano había fallecido en el acto y que Carmen estaba ingresada de gravedad en Torrecárdenas. Apenas comprendió las palabras que siguieron a la información primera, que le describían como ocurrieron los hechos de aquella fatalidad.

“Iba llevando a Carmen a su casa de Huércal y justo en el semáforo antes de la primera rotonda del barrio, un borracho se los llevó por delante con su 4×4. Ya sabes que mi hermano es tonto, bueno, era…y no siempre se ponía el casco, con tal de no despeinarse su “pelo pincho”. La policía nos ha dicho que no sufrió, pero yo estoy que me quiero morir. Por favor, en cuanto puedas vete al hospital para decirme como sigue Carmen. Su madre no me coge el teléfono y lo entiendo. Ya te puedes imaginar como están mis padres. Mi madre se desmayó y casi se nos desnuca en el pasillo, pero los reflejos de mi padre pudieron evitarlo. Dime que lo harás. Siento mucho haberte despertado así, pero eso ha pasado a las dos y media de la madrugada  y no nos enteramos hasta casi las cuatro. El cabrón hijo de puta, se largó de allí sin avisar a nadie, pero se arrepintió después e informó de lo que había pasado. Estoy que no me lo creo. Mi hermanito del alma, muerto.¡Ay, Dios mío! ¿Por qué?”

Jóse, en ese momento solo consiguió balbucear un leve “sí”. Le temblaban los pies, se había puesto pálido y se asustó cuando su madre lo abrazó desde atrás. Tanto que se le cayó el teléfono y se hizo añicos contra el suelo. Se hinchó de llorar, dejándose consolar por su madre que lo cogía con fuerza y se había enterado solo a medias de lo que había pasado. Andrés estaba muerto y era algo que no podía modificarse de forma alguna. La ansiedad no le dejó relajarse hasta horas más tarde y ahí estaba, esperando el autobús porque sus padres tenían que cumplir con su trabajo y el no tenía otra manera de llegar a ver a Carmen.

Recordaba haber discutido con Andrés, por una tontería, hace dos días y ahora esos remordimientos le carcomían por dentro. La idea de no poder volver a verlo nunca más era difícil de poder asimilar. Demasiado pronto, demasiado real. Mataría usando sus propias manos desnudas a ese borracho con aires de Fernando Alonso en ese mismo instante. No podía creerlo. Pero tampoco conseguía engañarse a sí mismo.


- ¿Qué haces aquí, Jóse? ¿Otra vez vas a hacer peyas en el insti?- El se sobresaltó y luego vio que se trataba de Ángela, una amiga del barrio de Cortijo Grande, además de compañera del IES Maestro Padilla. La conocía desde que eran unos enanos, pero ahí sentado, no quería saber nada de nadie.

- ¿Y a tí que te importa?

- ¡Uy! ¿Qué te pasa? ¿Has estado llorando?¡Estás blanco como el papel!- Ángela hizo ademán de sentarse junto a el, soltando su carpeta sobre el banco y quitándose la mochila verde de Reebook.

- ¡Déjame en paz, tía! ¡Qué asco!- Ángela detuvo todas sus buenas intenciones al pretender preocuparse por su amigo.

- ¡Qué borde!¡Qué mal te has levantado hoy!

- Lárgate.- le espetó Jóse sin mirarla siquiera a la cara y con un tono de repugnancia tal, que a ella no le hicieron faltas más señales de que molestaba, aún sin haber hecho nada para merecer ese vil trato. Puso pies en polvorosa, cogiendo sus pertenencias en dirección al instituto, no sin antes dedicarle una mirada de odio y una frase para el recuerdo a la que Jóse no prestó ni la más mínima atención.

Su mente volvió a divagar mientras miraba su reloj Swatch y no dejaba de menear su pierna derecha del nerviosismo que le corroía. Miró hacia adelante y ahí estaba. ¡Maldita sea! El autobús para llegar al hospital estaba en la parada de enfrente y no en esa. ¡Qué tonto! Sin pensarlo un segundo se levantó y cruzó la carretera agitando las manos en alto mientras gritaba para intentar ser escuchado por el conductor.

Pero a quien no le dio tiempo de reaccionar fue al conductor del taxi 158. El coche hizo que Jóse volase por los aires tras un impacto contra el cristal delantero. El frenazo se escuchó en todo el barrio, pero no todo el mundo se enteraría hasta más tarde de lo que había pasado. Un golpe seco contra el asfalto reventó el interior de Jóse. Sus huesos crujieron al unísono y el dolor para el se convirtió en un pitido sordo en los oídos.

Consiguió escuchar gritos y vio figuras borrosas que se aproximaban. Las miraba desde el suelo, pero solo consiguió distinguir a Ángela por los gritos de desesperación y terror que profería. La sangre que le brotaba del cráneo lo rodeaba velozmente. Ya nada importaba.

- Perdóname. Dile a mis padres que les quiero.

- ¡No nos dejes!- gritaba Ángela y esta miró a su alrededor.-¡Que alguien llame a una ambulancia!¡Ayuda!

Ángela lloraba, pero el cerró sus ojos.

Entonces vió como su mejor amigo le extendía las manos para ayudarle a levantarse. Una sonrisa se dibujó en su rostro y se dejó ayudar. Luego, la oscuridad más absoluta lo envolvió.



Autor: Luismi. Título: Cosas que Pasan.

Un relato maravilloso que nos ha obsequiado nuestro querido Luismi, pensemos y reflexionemos no tanto en lo que perdimos sino en lo que tenemos. Recordaros que si tenéis un blog y os gustaría que os publicáramos un relato, no tenéis más que contactarnos(mail: blogobri@gmail.com ; face: porfingobri).

22 comentarios:

  1. Qué bonito este marco al que ha viajado mi relato. Gracias por dejarme este hueco. Espero que a vuestr@s gobritari@s les guste. Vosotros, mientras tanto, tenéis algo que os pertenece en mi infierno. Venid a por ello...si os atrevéis.
    Un abrazo!

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    1. Muuuchas gracias por el premio versatil que nos has otorgado!! Además gracias por darnos un pedacito de ti y dejarnos ponerlo aquí, en nuestro rincón!
      Luismi ya somos como dos vecinas de barrio, que el hogar no está en la casa de cada una sino en la zona que comparten; esta es tu casa, recuerdalo!!!
      Un saludín, muy grande :)

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  2. Relato maravilloso de nuestro amigo Luismi y que tuve oportunidad de leer también en su blog.
    Es un placer delicioso, leerlo de nuevo por aquí... en tu cálido espacio.
    Felíz inicio de semana!
    Besotes.
    Magnífica a la orden!

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    1. Gracias, como siempre reportándose la magnífica más intrépida jaja. El relato es maravilloso, y la verdad es que viajas y sientes con el y con el personaje protagonista^^
      Un saludín

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  3. Muy bueno el relato de Luismi :-) Comparto...

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    1. Gracias Gissel, un comentario escueto(sobre todo para alguien tan imaginativo y de tantas palabras como tu jaja) pero lo importantes es la intención y el que nos hayas dejado tu impresión nos encanta...
      Un saludín

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  4. Wow, qué duro el relato de Luismi, impresionante. Está muy bien hilvanado, y consigue meter al lector en la historia. A pesar de su crudeza, el final deja una puerta abierta hacia otra nueva forma de existencia, o eso me parece. Felicidades para Luismi. Besos para todos.

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    1. Hey Roberto, que bien tenerte por aquí, ultimamente nos visitas menos jaja. La verdad es que el relato es como tu dices, muy bueno, te hace vivirlo, te lleva con un hilo narrativo por un camino lleno de emociones y sentimientos...
      Un saludín

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  5. El realismo de este relato tan estupendamente escrito me ha sobrecogido. Conozco lo que escribe Luismi, consigue meterte en el papel, te deja interesada/o y pensando, es muy bueno.
    Felicidades a ambos, Gobri y Luismi, contáis con un ingenio muy bien reflejado en vuestros blogs.
    Muchos besos a repartir, sois gente estupenda ¡Magníficos!

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    1. Gracias a tí Lolica. Tú si que me has sobrecogido con este comentario. Más magnífica: TÚ.
      Pd. Gracias por los demás comentarios tan buenos de gobritari@s. Es un placer estar por aquí.

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    2. El placer es nuestro, de poder tener una joya de nuestro apreciado Luismi(ya lo has oido eres nuestro jajajaj), de poder contar con seguidores y amigos tan geniales, de tener comentarios buenísimos, de que ayer este blog(por reflejar un dato estadístico, recibió más de 200 visitas) Todas estas cosas nos emocionan, nos dan ganas de seguir, nos dan motivos cuando no tienes imaginación/creatividad/ganas de hacer o montar una entrada pues para ponerte y hacerla no tanto por nosotros sino por ustedes. GRACIAS!!!
      PD: Luismi, Lola no os peleis por quien es más magnífico, en nuestro grupo no hay prelación somos todos demasiado magníficos jajajaj!!!
      Un saludín

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  6. Muy buen relato Luismi, te implicas desde el primer momento y te invita a seguir hasta el final.

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    1. Que alegría de tenerte por aquí Chary!!! Lo que comentas del relato es totalmente cierto, desde el principio quedas como enganchado y esa sensación incluso despues del final jaja.
      Un saludín

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  7. HOLAAAAAAAAAAAA!! uy me encantoo esta buenisimo esa historia*-*.. Te sigo :) muchas gracias por tu visita y comentario.. cuidate

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    1. Gracias por tu comentario y por seguirnos!!! Visitarte fue un placer^^ Nos alegra que te gustara y te invitamos a seguir visitándonos, tenemos muucho más jaja... Un saludín

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  8. Puff... ¡¡Vaya final!! Es tan impactante e inesperado que todavía no soy capaz de averiguar si me gusta ese desenlace o hubiera preferido otro más amable.

    Sublime.

    Un abrazo.

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    1. Impactante si que es, y mucho, pero creo que ahí está la magia, el encanche inicial es bantante fuerte hasta que no te das el golpe del final estas como enganchado, creo que es un efecto brutal ese desenlace y le da un nivel increible!!!
      Un saludín

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  9. Gracias a tod@s, creo que voy a llorar de la emoción. No causó tanto furor este relato en mi blog, pero quienes lo leyeron, piensan igual qu vosotr@s. Eso es magia. Gracias Go y Bri por darme la oportunidad de quedarme por aquí con mi relato. Agradezco de corazón las opiniones que vuestr@s gobritari@s están aportando.
    Un abrazo, magníficos!

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  10. Muy buen relato y totalmente real que es lo peor. Engancha desde el principio y el final es inesperado, no pensé que José fuera a morirse de otro accidente, la verdad. Muy bueno Luismi.

    Besos.

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    1. Gracias por pasarte por aquí campoazul!!! Como bien dices es un relato maravilloso, y muy posible de pasar,y eso puede dar cierto miedo jaja.
      Un saludín

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  11. que buen relato, hace pensar en si existe vida despues de la muerte, pero mas importante aun: ¿existe vida antes de la muerte? muchas gracias por compartirlo

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    1. Interesante reflexión, damas y caballeros aquí tenemos un gran blogger de relatos. Un saludín!!!

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